Relaciones
Una relación es un
vínculo, un nexo, una asociación o un diálogo. Internacional, por su parte, es
lo que pertenece a dos o más países. Las relaciones internacionales,por lo
tanto, son los lazos que se establecen entre naciones.
Relaciones de orden internacional
El concepto de relaciones
internacionales suele emplearse para nombrar a una disciplina que forma parte
de las ciencias políticas y que se centra en los vínculos que se establecen
entre Estados o entre Estados y entidades supranacionales.
El derecho, la política y
la economía son algunas de las ciencias y de las disciplinas que forman parte
del desarrollo de las relaciones internacionales.
En concreto dichas
relaciones podemos clasificarlas según varios criterios. Así, si partimos del
número de actores que intervienen en las mismas podríamos hablar de relaciones
internacionales bilaterales, multilaterales o globales.
En el caso de que tomemos
como criterio o punto de partida el grado de vinculación que se establece o que
existe entre los actores participantes en las mismas, se asientan dos
categorías: las interacciones directas y las indirectas. Estas últimas son las
que se llevan a cabo a través, por ejemplo, de mediadores o de intercambio de
embajadores.
Y finalmente, la tercera
clasificación es la que se realiza en base a la naturaleza de las cuestiones
que se están tratando. Así, nos encontramos con relaciones de tipo político,
económico, jurídico, mixto o militar, entre otras.
Además de todo lo citado,
también tenemos que exponer que podemos hablar de otras clases de relaciones
internacionales que han adquirido protagonismo por sí mismas, sin necesidad de
tener que llevar a cabo su clasificación. Entre las mismas se hallan, por
ejemplo, las llamadas relaciones internacionales de cooperación que son
aquellas que se realizan entre actores que lo que persiguen es la mutua
satisfacción de sus intereses haciendo uso, de manera complementaria, de sus
poderes para llevar a cabo actuaciones coordinadas.
De igual forma, podemos
hablar de las relaciones internacionales de conflicto. Estas son las que se
producen cuando dos actores tienen necesidades o demandas diferentes e
incompatibles y utilizan sus poderes para mantener esas desigualdades, llegando
en último extremo a hacer uso de la violencia.
Los historiadores suelen
afirmar que, hasta la Primera Guerra Mundial, la política internacional se
desarrollaba principalmente a través de la diplomacia. Después de este
conflicto, las relaciones internacionales adquirieron una nueva fisonomía ya
que pasaron a tener como objetivo principal la búsqueda de soluciones para
evitar los enfrentamientos bélicos.
Hoy en día, las
relaciones internacionales se desarrollan de acuerdo a diversos preceptos
teóricos e ideologías que permiten el diseño de las políticas y de las
instituciones que se encargan de regir los vínculos. El realismo político, por
ejemplo, considera que la historia se mueve a partir de las intenciones de
dominación y de poder del hombre y, por lo tanto, de los Estados.
El idealismo político, en
cambio, cree que el ser humano es altruista por naturaleza y que los países
pueden trabajar en conjunto y prestarse ayuda mutuamente.
El neorrealismo
estructural, por su parte, defiende el empleo de la guerra como método para
llegar a la paz, mientras que el neoliberalismo busca minimizar la importancia
del Estado y privilegia a los organismos internacionales y a las asociaciones
civiles para regular las relaciones internacionales.
Relaciones de orden internacional
El concepto de relaciones
internacionales suele emplearse para nombrar a una disciplina que forma parte
de las ciencias políticas y que se centra en los vínculos que se establecen
entre Estados o entre Estados y entidades supranacionales.
El derecho, la política y
la economía son algunas de las ciencias y de las disciplinas que forman parte
del desarrollo de las relaciones internacionales.
En concreto dichas
relaciones podemos clasificarlas según varios criterios. Así, si partimos del
número de actores que intervienen en las mismas podríamos hablar de relaciones
internacionales bilaterales, multilaterales o globales.
En el caso de que tomemos
como criterio o punto de partida el grado de vinculación que se establece o que
existe entre los actores participantes en las mismas, se asientan dos
categorías: las interacciones directas y las indirectas. Estas últimas son las
que se llevan a cabo a través, por ejemplo, de mediadores o de intercambio de
embajadores.
Y finalmente, la tercera
clasificación es la que se realiza en base a la naturaleza de las cuestiones
que se están tratando. Así, nos encontramos con relaciones de tipo político,
económico, jurídico, mixto o militar, entre otras.
Además de todo lo citado,
también tenemos que exponer que podemos hablar de otras clases de relaciones
internacionales que han adquirido protagonismo por sí mismas, sin necesidad de
tener que llevar a cabo su clasificación. Entre las mismas se hallan, por
ejemplo, las llamadas relaciones internacionales de cooperación que son
aquellas que se realizan entre actores que lo que persiguen es la mutua
satisfacción de sus intereses haciendo uso, de manera complementaria, de sus
poderes para llevar a cabo actuaciones coordinadas.
De igual forma, podemos
hablar de las relaciones internacionales de conflicto. Estas son las que se
producen cuando dos actores tienen necesidades o demandas diferentes e
incompatibles y utilizan sus poderes para mantener esas desigualdades, llegando
en último extremo a hacer uso de la violencia.
Los historiadores suelen
afirmar que, hasta la Primera Guerra Mundial, la política internacional se
desarrollaba principalmente a través de la diplomacia. Después de este
conflicto, las relaciones internacionales adquirieron una nueva fisonomía ya
que pasaron a tener como objetivo principal la búsqueda de soluciones para
evitar los enfrentamientos bélicos.
Hoy en día, las
relaciones internacionales se desarrollan de acuerdo a diversos preceptos
teóricos e ideologías que permiten el diseño de las políticas y de las
instituciones que se encargan de regir los vínculos. El realismo político, por
ejemplo, considera que la historia se mueve a partir de las intenciones de
dominación y de poder del hombre y, por lo tanto, de los Estados.
El idealismo político, en
cambio, cree que el ser humano es altruista por naturaleza y que los países
pueden trabajar en conjunto y prestarse ayuda mutuamente.
El neorrealismo
estructural, por su parte, defiende el empleo de la guerra como método para
llegar a la paz, mientras que el neoliberalismo busca minimizar la importancia
del Estado y privilegia a los organismos internacionales y a las asociaciones
civiles para regular las relaciones internacionales.
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